Yo misma

Yo misma
La paz que uno siente cuando se es libre, no tiene precio.

domingo, 18 de mayo de 2014

CAPITULO 20







El fin de semana pasó lento , las horas se me hacían eternas y aunque me encontraba ociosa no conseguía centrarme en una sola cosa.  Paseaba sin rumbo fijo por las calles esperando encontrar  “ aquello” que me faltaba  , buscaba en las personas un atisbo de conocimiento , caminaba por los parques sin ninguna inspiración y observaba cómo pasaba el tiempo sin percibir una sola respuesta clara .
Era domingo , y un precioso día acalorado se presentaba por delante  , exhausta psicológicamente me perdí en el vaivén  de mis pensamientos mientras miraba por la ventana . No sabría decir cuánto tiempo me quedé ensimismada  pero fue el suficiente para que Nietzsche se percatara de que algo me pasaba.
-          Sigues sin encontrar lo que necesitas ,¿ Verdad? -   Comentó el minino que sin apartar la vista del paisaje se acomodó a mi lado.          –  Sabes que yo no soy mucho de dar consejos y meterme en tu vida , pero veo que necesitas un empujoncito. ¿ Tienes claro si quieres a ese chico? ¿ Te ves preparada para afrontar nuevos retos? Y lo más importante ¿ Sabes lo que quieres tener en esta vida? .   No te sirve de nada pasar los días meditando e imaginándote como sería si no eres capaz de moverte.   El reto más difícil de esta vida no es encontrar el QUÉ sino el CÓMO . Si te marcas un objetivo pero no consigues o no te planificas los medios para llegar hasta él tus esfuerzos no habrán servido de nada , no puedes llegar a la otra orilla sin un puente que construyas.-
Giré la cabeza y observé con atención a ese felino tan esbelto y pequeño que una vez fue hombre ,  un sabio ,  y ahora era para mí el ser más increíble ya que en pocas palabras me había sacado de mi retardo esclareciendo todas las dudas que sentía en mi interior. Como en un día nublado que el sol comienza a brillar  , el vacío de mi interior poco a poco se iba disipando , ahora tenía la clave de todo , algo tan fácil y tan sencillo que me hacía sentir estúpida.
Me levanté de golpe , busqué  en el armario y rebusqué entre mis  apuntes aquel papel olvidado donde una vez escribí todas esas dudas existenciales de mi vida , ese rompecabezas  que me avergonzaba no ser capaz de resolver. Cogí la hoja  , la puse sobre la mesa y pasé varias veces la mano por encima ya que estaba arrugada y envejecida , miré la fecha… hacía más de un año de todo aquello . Empecé a leer una por una las preguntas y como de un examen que me supiera al dedillo todas las respuestas iban saliendo por sí solas.
La cara se me iluminó de golpe , me puse manos a la obra y los gatos curiosos me siguieron en cada movimiento. Encendí el portátil y lo primero que oteé fueron las protectoras de animales y el voluntariado , sabía que para cambiar el mundo tenía que empezar desde abajo y sobre todo no podía hacerlo sola. Siempre me había quejado de todo pero nunca hice nada para cambiarlo.   Me interesé por una protectora de mi ciudad y un taller para ayudar a personas enfermas , mandé un correo esperando respuesta.
Luego me dispuse a releer todos los mensajes de Leo e idear un plan para acercarme y re-enamorarle , me gustaba pensar que no tenía nada perdido.  También me planeé cambiar de actitud en el trabajo y aceptar a las personas como eran intentando hacer más llevadera la labor.

Por primera vez desde que volví al trabajo me sentía realmente preparada , los días pasaban rápidos , el trabajo cada vez era más liviano y aunque seguía sin gustarme le empezaba a encontrar su encanto. Entraba con una sonrisa en los labios y saludaba a todo el mundo , atendía a mis compañeros de una manera gentil sin perder nunca la sonrisa y al parecer eso se volvió contagioso por la oficina. Lo que parecía algo raro e incómodo se convirtió en un juego para nosotros , todos nos volvimos más cercanos incluso me atrevería a decir que había un ambiente más familiar.
Entre descanso y descanso quedaba con Valentina  , mi "informadora , " para ver cómo estaba Leo y que hacía. Me convertí en su espía , necesitaba saber si estaba con alguien y lo más importante si todavía me quería.
Por las tardes miraba el correo esperando respuestas del voluntariado y miraba otro trabajo que me pudiera interesar pero eso eran temas más difíciles.

-No desesperes.- Maulló Sócrates. - Roma no se construyó en dos días.Estas son tus semillas ahora tienes que esperar y ver cómo crecen. Vas por buen camino.-
Sonreí al gordo con dulzura , se había convertido en mi confidente.  Desde que empezó a hablar nuestra relación era mucho más estrecha y sabía como animarme en cada momento.
-¿Y qué hago con Leo? No tengo ni idea de cómo volver a hablar con él.-
-¿ Por qué no te conviertes en su "admiradora secreta"? No tienes nada que perder , será divertido , tú irás cogiendo confianza y si él es listo sabrá adivinar quien eres.-
-¿ Y si no quiere hacerlo?- Miré al gato con preocupación.
-Pues sabrás que no está preparado para el amor y mucho menos para una relación , pero me da a mi en el hocico que si va a picar.- Me contestó guiñándome un ojo.
Ahora sólo tenía que saber cómo empezar.