Yo misma

Yo misma
La paz que uno siente cuando se es libre, no tiene precio.

martes, 4 de marzo de 2014

CAPITULO 18





Sonó el despertador , esta vez me levanté más temprano de lo habitual . Hice mis estiramientos , me vestí tranquilamente , me acicalé y fui paseando hasta la parada del bus. Me sentía cansada por el madrugón pero la verdad que agradecía ir sin tantas prisas mañaneras , mi cuerpo y mi mente estaban más tranquilos y despejados. Subí al autobús , descansé en el trayecto , empalmé con el metro y me fui caminando hasta el bar de siempre. Había quedado con Valentina el día anterior , decidimos vernos un poco antes  para ponernos al día y para que me diera un poco de apoyo moral.

 La cafetería estaba tranquila , unos cuántos desconocidos y algunos conocidos habitaban el lugar . Me senté en una mesa cualquiera , pedí los desayunos y como siempre Valentina se estaba retrasando , miré a mi alrededor nada había cambiado y eso me daba una extraña percepción  de calma .
Valen me sacó de mis pensamientos - ¡Hola cari , estas genial ! , perdón por el retraso.-  Nos pusimos a hablar largo y tendido , pero a medida que se acercaba la hora de entrada una sensación de agobio recorría mi cuerpo , ¿ Tenía miedo? ¿ Y si era así , por qué? . Pagamos los desayunos y entramos al trabajo.
Fuimos al despacho de los jefes  , tuve la típica conversación superficial e incómoda donde no podía contar la verdad de lo ocurrido hasta ahora , pero tenía que reconocer que sentí muy cálida la acogida. Por desgracia no ocurrió lo mismo en el puesto de trabajo , algunos se acercaban por cotillear , otros por curiosidad pero muy pocos por sensibilidad ; me sentía muy observada y criticada y no se si era mi punto de vista o realmente lo que estaba sucediendo.
Mi mesa estaba hasta arriba de trabajo , por lo visto , muchos sabían mi situación pero ninguno se solidarizó con las tareas.
La mañana pasó lenta y pesada , no sabía ni por donde empezar y no paraba de pensar en Leo , no me había cruzado ni una sola vez con él y eso me parecía extraño aunque en cierto modo lo agradecía.

Llegó la hora de la comida y Valentina me invitó a un italiano cerca del trabajo , pasamos toda la tarde juntas de compras y eso me animó mucho porque me hizo desconectar de todo pero necesitaba saber donde estaba Leo. Así que entre tienda y tienda le pregunté.
- Oye nena ¿ Dónde está Leo?- pregunté intrigada.
Valen un poco seria me contestó - No quería sacarte el tema porque  no sabía si querías oírlo . Desde lo que pasó entre vosotros pidió que le cambiaran de departamento y ahora no está en nuestro edificio, no te lo comenté antes para no hacerte sentir culpable.-
-Ah...- contesté estupefacta , era lo único que pude pronunciar pero no quería que me afectara así que le agarré del brazo , le sonreí y seguimos comprando.
Cuando llegué a casa eran casi las diez de la noche estaba cansada y no me apetecía hablar , así que nos hice la cena y me acosté.

La semana pasó rápida y según se iba desarrollando también crecía mi ansiedad , no sabía por qué pero sentía que poco a poco estaba perdiendo el control de la situación . Meditaba , salía a pasear , hacía todo lo que había aprendido pero sentía que no era suficiente. Los días pasaban y el trabajo se me acumulaba , era incapaz de coger el ritmo , tenía a los jefes un poco mosqueados y me sentía realmente juzgada por los demás  . Sabían que había cambiado y eso les incitaba una curiosidad inquietante para mí , ya que no definían en que punto me encontraba y me sentía constantemente a prueba. Valentina me apoyaba mucho pero yo estaba centrada en otras cosas , los gatos no habían cruzado palabra conmigo  suponía que sería porque me estaban observando y por más que intentaba contactar con Leo no recibía respuesta .

Así que cuando llegó el viernes por la noche los nervios me traicionaron  y rompí a llorar sin control . Lo necesitaba , necesitaba rendirme a mi dolor  , necesitaba expresar toda mi impotencia.  , sabía que estaba yendo por el buen camino  , sabía que sería duro pero yo sólo quería llorar porque sentía que no era lo suficientemente fuerte para dar el último paso y creerme ese cambio.  Estaba realmente fatigada , sentía que me faltaba algo , la pieza más importante y si no descubría que era todo acabaría siendo en vano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario