Yo misma

Yo misma
La paz que uno siente cuando se es libre, no tiene precio.

miércoles, 16 de octubre de 2013

CAPITULO 7




Sonó el despertador , eran las seis de la mañana   y todavía era de noche. Perezosa y somnolienta me levanté de la cama ;  me lavé los dientes  , la cara , me vestí con una gran desgana y me miré al espejo -  ¡ Ahhrrgg ! - pensé - no sólo me dice hola sino que parece que se ha montado un adosado en mi frente con un maravilloso morado- amarillo enfermizo... ¡ y cómo disimulo yo esto ahora!-. Me eché base de maquillaje y colorete como pude pero parecía más un tercer pezón extraño que un chichón , no sabía si lo había mejorado o empeorado. Me había entretenido tanto con el  camuflaje que no me di cuenta que casi era la hora de irse ,   metí como pude algo de picoteo y agua en la mochila , salí apurada de casa sin antes mirar que sus majestades tenían agua y comida . Cerrando, Nitzch soltó un ronroneo burlón , y yo le devolví una mirada que decía -¡ Te odio!- realmente no le odiaba pero si me recorría una envídia frustrante de no poder quedarme en casita , hacer lo que quisiera y dormir todo lo que me apeteciera. Si , decidido , creo que en mi próxima vida me encantaría ser gato.
 Como siempre salí corriendo para no perder el autobús , y como de costumbre sofocada y despeinada subí al transporte , le dediqué la sonrisa matutina y vergonzosa al conductor de turno y me senté a la mitad del bus. Tenía la manía de sentarme justo al lado de la puerta , en el lado de la ventana y no entiendo por qué si siempre que me quedaba medio dormida me daba unos cabezazos en el cristal que aparte de dolorida me ponía colorada ya que del ruido me despertada y miraba disimulada por si alguien se había dado cuenta.  ¿ A quien no le ha pasado alguna vez? Lo peor era el verano  que no llevaba chaqueta ni nada que me sirviera de almohada y a esas horas nunca venía mal una cabezadita.

Era temprano  , por lo que decidí ir paseando hasta el trabajo disfrutando un poco  de las tranquilas calles de la ciudad que  todavía  estaban poco transitadas . Le mandé un mensaje a Valentina para desayunar en el bar que teníamos en frente de la empresa , era una cafetería frecuentada por los compañeros y jefes  , bastante acogedora pero a estas horas prácticamente   vacía. Como era habitual Valentina llegaba con retraso . Fui pidiendo el desayuno , y como no ,  cuando llegó estaba esplendida, cualquiera diría que era lunes por la mañana pero como dice ella : "  Hay que estar siempre divina , y antes muerta que salir hecha un adefesio " , de ahí que siempre tuviera que esperarla.
- ¡ Aahh , cari  , pero como te has hecho eso en la frente!- su cara parecía un cuadro y por lo que daba a entender yo tenía un volcán a punto de estallar.- ¿ Tanto se me nota?- contesté.
 - Si nena pero no te preocupes que esto lo arreglo yo en un momento- Saco su "kit" de maquillaje , me retocó un poco y en cinco minutos parecía otra persona como si hubiera salido de una sesión de fotos.
- ¿En serio , tienes un "kit " de maquillaje en el bolso?- era normal llevar "algo " de maquillaje pero nunca había visto a nadie con un mini maletín portátil profesional, ¿ pero de qué me extrañaba? , era Valentina ,siempre tiene que estar perfecta.
- Bueno ahora cuéntame lo que te ha pasado , porque ese chichón no es algo muy normal.- Dudé si contarle la verdad de lo ocurrido , pero , ¿ Me iba a creer? Ella tiene una mente abierta , le gustan los temas esotéricos , suele ir a que le echen las cartas y cree en fantasmas ,  tal vez me apoyara.
La miré fijamente a los ojos , tomé una pausa para ordenar mis ideas y saber hasta dónde podía contarle ya que si le decía todo me tomaría por loca , así que decidí obviar el regalito y el libro  , de la conversación.
- Valen , el sábado de madrugada pillé a Nitzch hablando y creo que Sócrates también habla , ya sabes que llevo tiempo escuchando murmullos en casa , al principio pensé que podía tener espíritus  , incluso me parece algo más normal , pero créeme sé lo que vi.-
Las dos nos quedamos calladas , tomó lentamente un sorbo de café , tal vez para asimilar lo sucedido , dejó la taza sobre la mesa , me miró y empezó a reírse como una condenada , - ¡ En serio tía!  ¿ No tomaste nada  raro? Tal vez fue una pesadilla y del susto te despertaste de golpe y te distes en la cabeza.-
- No , se lo que vi , he hecho un gran esfuerzo por contártelo para que me trates así , creía que eras mi amiga . Tú vistes un perro muerto en el porche de tu casa cuando eras pequeña y no me reí . Conseguiré pruebas. Yo esperaba que me ayudara o por lo menos me entendieras.-
Me levanté bruscamente sin terminar mi desayuno , me sentía herida y decepcionada necesitaba salir de allí. - Espera- , dijo Valentina  ,- Te creo, te ayudaré a buscar respuestas  , hablaré con mi amiga la bruja-. Si , ella tenía una amiga " bruja". Era difícil de entender , la adivina era buena en su trabajo , acertaba muchas cosas , incluso me invitó a ir alguna vez , pero yo era reacia a esos temas por si me decía algo malo , no quería condicionar mi vida a que alguien me dijera que tenía que hacer , o qué tenía que evitar . Aún así ,  quien era yo para juzgar a nadie  , o donde buscar sus respuestas , si yo tenía un libro enviado por " Dios " y unos gatos que hablaban. Visto desde fuera no me extraña que se haya reído de mi , es lo menos que podía  hacer ,  podía haberme tomado por una desequilibrada mental.
Pasaron los días y nada , no oía murmullos por la noche , los mininos se comportaban de manera normal ,  ¿ Sabían que les estaba espiando ?.  Intentaba no perderles de vista , les daba conversación , incluso les chantajeaba con quitarles la comida , pero ningún resultado. Me sentía una estúpida lunática , tal vez la falta de sueño o el estrés me provocara alucinaciones , pero una cosa estaba clara , tenía un manual de mi vida , eso sí era evidente y real por lo que no podía estar del todo desencaminada .

La tarde del miércoles Leo me invitó a una preciosa tetería en su ciudad  , sabía que me pasaba algo , pero no intuía lo que era. Paseamos bajo la lluvia y nos refugiamos en el local , me quedé sorprendida de lo bonita que era , parecía sacada de un cuento  .
 - Sabía que te gustaría - contestó- tu cara de niña lo dice todo - . Le apreté fuerte la mano y me acurruqué más a él bajo el paraguas , deseosa de entrar.
  La fachada estaba pintada de un bello azul cielo y tenía aspecto de una casa de gnomos del bosque , el suelo de la entrada y el portón eran de madera  , la puerta  era grande y deforme , con tres manchas circulares y un gran " pomo " que invitaba a tirar de él . Al pasar te sentías arrastrado a un lugar diferente olvidando que estas en el centro de la ciudad ;  tenía una decoración zen y exótica muy curiosa , se componía  de un "hall" donde estaba la barra y dos " salas"  , una de ellas con libros para leer , y en las dos colgaban cuadros de personas aficionadas a la pintura , todas  a la venta y de temas muy diferentes .  En conjunto concebía  una perfecta armonía  , creaba para mí un refugio ideal donde podía olvidarme de todo durante un rato.

- ¿ Que te pasa Sofía? Estas triste , apagada y he notado que estos días me has estado evitando.-
Parecía preocupado por mí y sobre todo por lo "nuestro" ( por llamarlo de alguna manera ) . El chico de la barra  , nos interrumpió ofreciéndonos la carta  , yo pedí un té pakistaní y un brownie , Leo pidió una cerveza , no era mucho de tés.        -¿ Que te pasa?  - volvió a preguntar con más insistencia  .
Decidí no contarle lo que estaba pasando en casa , viendo la reacción que tuvo Valentina ,¿Cómo se lo iba a tomar él?, pensaría que estoy mal de la cabeza . Me inventé una pequeña escusa sobre el chichón , nos reímos bastante pero luego profundizamos en temas más serios. La tarde pasó volando y yo me sentía más desahogada , me invitó a su casa pero  todavía no estaba preparada ,  era demasiado pronto , aunque no fuera a pasar nada , además, seguía obsesionada con mis gatos y tenía que resolverlo cuanto antes .   Leo me acompañó a la estación y me volvió a insistir ; apenados , nos despedimos con un dulce beso , ninguno de los dos quería irse pero los sabíamos que era tarde , estaba lloviendo y me quedaba un largo recorrido a casa.
Cuando llegué fui directa a la cama  , me sentía tan feliz que achuché a mis amigos peludos   no me podía creer que volviera a sentir esto por una persona  , me quedé dormida pensando en él.
 De madrugada unos extraños ruidos me despertaron , me imaginé que eran estos jugando , ya que no tienen otra hora para espabilarse. Me levante despacio , cogí el móvil para iluminarme y me acerqué lo más silenciosa que pude ; estaban en la habitación de al lado , parecía que estaban discutiendo , estaban tan acalorados que no se percataron de que estaba allí , no me lo podía creer , ¡ Entendía lo que estaban hablando! Me puse a grabar con la cámara del móvil , y antes de perder los nervios me fui pitando a la cama y le escribí un mensaje a Valentina : Tengo la prueba , ¡Ahora verás que no estoy loca!

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