Yo misma

Yo misma
La paz que uno siente cuando se es libre, no tiene precio.

martes, 25 de febrero de 2014

CAPITULO 17





Cogí el libro , lo primero que me sorprendió fue su aspecto y lo liviano que parecía ahora. Había  rejuvenecido , era más bonito , con colores más intensos y las hojas no estaban tan amarillentas . No olía a humedad , no sabía muy bien definir su olor pero era una fragancia agradable que me trasmitía paz y me llevaba a momentos agradables de mi infancia.
Sócrates se acercó cariñosamente      - Ves , no te derrumbes . Todos tus progresos se reflejan en este libro. Simplemente tienes miedo , la superación personal es un camino largo.-
- Bueno , ¿ Y qué quieres que haga con él?.- Respondí.
- Nada.- Dijo el gato .- Simplemente que lo observes y recuerdes que aunque tu no veas el cambio no significa que no esté ahí. Has plantado una semilla y está empezando a germinar y como te he dicho muchas veces este libro es un reflejo de tu alma por lo que tienes la ventaja de ver tus progresos.-
Nietzsche traía algo en la boca ,¡ Era mi móvil!. Ni siquiera lo había echado en falta pero tampoco sabía donde lo habían escondido. El minino lo dejó en el suelo.
- Toma enciéndelo. Ponte al día. Debes tener un progresivo acercamiento a la rutina para no tener ansiedad.-
- ¿ De verdad?¿Puedo usarlo?.-       No tenía dependencia pero me asustaba ver lo que me podía encontrar.  Eché un vistazo al móvil , en general tenía llamadas de mis padres , de Valentina , algún que otro correo , algunas llamadas y mensajes de Leo y una llamada de mi mejor amigo. Estuve parte de la mañana atendiendo llamadas , llamando a la familia y contestando emails. Uno de ellos era de la empresa , tenía que ponerme al día. No me atreví a leer los mensajes de Leo todavía no me sentía preparada y tenía otras prioridades.
Decidí llamar a mi amigo , hacía mucho que no nos veíamos.
 Gabriel y yo nos conocíamos desde hacía años , teníamos una confianza plena . Para mí , más que un amigo era mi hermano  siempre ha estado en los peores momentos , pero era muy malo para quedar podíamos estar meses sin hablar.
-¿ Gabi? Soy Sofi , ¿Que tal?-
- Genial , precisamente estaba pensando en ti. ¿Te apetece quedar y ponernos al día? - Preguntó él.
- ¡ Claro cuando quieras! .- Contesté eufórica.
- Bueno pues prepárate para un largo fin de semana.-  Reímos los dos complacidos , sabíamos que significaba aquello .  Risas , locuras , y volver a nuestra adolescencia.

Llegó la hora de quedar y ahí estaba  Gabriel , no había cambiado nada ,  para él , los años nunca pasaban. Tal vez fuera lo que más me gustara de mi amigo, que nunca cambiaba. El único vinculo con mi pasado , lo único que se mantenía igual , mi pilar de confianza. No importaba el tiempo que pasara , no importaba lo que hubiéramos vivido o evolucionado sólo con mirarnos sabíamos quien era el otro , y lo mejor de todo, el tempo no mermaba nuestra amistad , siempre estábamos conectados.
-¡ Sofi , que guapa estas! ¿Te has hecho algo ?.
- Tu siempre tan halagador - Sonreí.- Pues nada en especial , reposo , meditación y muchas conversaciones con los gatos.-
Reímos ,  nos agarramos del brazo y dimos un largo paseo por la ciudad , no teníamos rumbo simplemente disfrutar del paseo y la compañía mutua. Se nos hizo de noche , fuimos a su casa pedimos unas pizzas  , como de costumbre  ,y nos pusimos a preparar la mesa.
- Tengo una sorpresita para tí Sofi...- Dijo mientras portaba en la mano unas películas de artes marciales antiguas y video juegos de peleas.
-¡ Oh no, por favor ! .- Exclamé haciéndome la sorprendida. - Sabes de sobra que soy muy competitiva y al final acabas recibiendo tú.-  No paraba de reírme sabía en todo momento lo que necesitaba .
- Bro - así le llamaba cariñosamente en la intimidad , era un diminutivo de "brother".- No entiendo cómo puedes seguir sin novia  eres el hombre perfecto. Sabes lo que necesita una mujer .- Le inquirí divertida.
- Ya ves hermanita , las mujeres que no saben valorar lo que tienen. Pero prométeme que no me vas a pegar.- No paramos de reírnos , estuvimos jugando hasta que llegaron las pizzas.
Después de cenar tuvimos sesión matinal de pelis , nos acurrucamos en el sofá y comenzamos. No paramos hasta que los primeros rayos de sol entraron tímidamente en el salón.
- Uuuff tengo hambre.- Le dije mientras me estiraba , estaba totalmente entumecida.
- ¿ Que te parece un chocolatito con churros para terminar la jornada?-
- Me parece genial , pero luego tengo que irme a casa que mañana vuelvo al trabajo.- Contesté apenada.
- No te preocupes Sofi , seguro que las cosas irán bien . Por lo menos tienes trabajo , yo sigo buscando a duras penas.- Me respondió mientras cogía las cosas para irnos.
La verdad que en eso tenía razón , la cosas en la calle estaban muy mal y por mucho que él buscara no encontraba nada fijo. Su único consuelo era terminar el master que estaba haciendo para tener más salida laboral.

Cuando terminamos de desayunar , nos despedimos tranquilamente yo le insistí en que quería volver a casa sola que no había ningún problema.         Eran casi las nueve de la mañana y la ciudad todavía estaba desperezándose  ,  era domingo y la gente aprovechaba para descansar y disfrutar de la familia.  Había convertido en un ritual pasear en silencio por las calles de mi ciudad , para mí era una vía de escape y una forma de observar los cambios matutinos. Sinceramente me preocupaba que al volver a la rutina , perdiera cosas tan sencillas pero necesarias como estos paseos.

Llegué a casa y me encontré a los mininos esperándome , tenían hambre y no tenían nada de comida. Pasé el día absorta en mis pensamientos intentaba luchar con mis miedos e intentar concienciarme de mi nueva vida. Había llegado el momento de la verdad y ver si realmente había mejorado.     Se presentó la noche y yo me sentía realmente cansada por lo que decidí acostarme temprano. Los felinos me habían dejado mi espacio todo el día , la verdad , me sentía bastante agradecida.
Los tres nos metimos en la cama , yo cogí el móvil y vi los mensajes de Leo . Hacía más de una semana de su última llamada , creo que había dado por muerto lo nuestro y yo tenía la culpa de todo.
Sócrates empezó a mullirme la tripa tenía esa fea costumbre que le relajaba , mientras lo hacía comenzó a hablar.
 - Sofía no te preocupes por nada , lo comienzos son difíciles y el amor también . Date tiempo y luego búscale si la cosa no sale simplemente no te quería lo suficiente.-
Visto así el gato tenía razón las cosas no son tan complicadas cómo yo lo veía , tenía que pensar menos y vivir más .Todo tiene que llevar su curso.
El cansancio me venció rápidamente así que sin darme cuenta caí rendida toda la n
oche.



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